top of page
Buscar

CRECIÓ LA VIDA MIENTRAS DORMÍA

Hoy empecé el día de una manera un poco accidental, me despertó mi gato mientras dormía.


Es un gato maravilloso, me despierta casi todos los días, antes incluso de que lo haga el despertador, funciona sin pilas y además su tono de alarma es un dulce maullido.

No, mentira. Igual esta es su intención, sin embargo, yo suelo escuchar un maullido insistente y agudo para que me levante a darle de comer.


Hoy, cambió la táctica, decidió que quería beber agua de un vaso de tubo que había en mi mesilla. Obviamente no era capaz, el vaso estaba medio vacío, pero ya sabéis, los insistentes que pueden ser los animales de esta especie. Por lo que en su empeño, lo tiró, derramando el contenido por encima del mueble. El ruido que hizo al caer, me despertó de repente y sin tiempo apenas para reaccionar, mi cerebro interpretó los indicios:


Probabilidad del suceso= vaso + gato.


Siendo consciente del resultado de la operación, aparté de manera brusca al gato y me puse a secar el agua derramada con lo primero que pille a mano, un calcetín que había dejado tirado en el suelo la noche anterior. Una vez seco, menos que más, me fui a la cocina a hacerme un café. He de confesar que mi estado emocional no era el más saludable en aquellos momentos, cosa que se agravó cuando mire por la ventana y vi que el día estaba gris y llovía un montón.


Sin embargo, sin yo saberlo, la vida me tenía preparado un mejor inicio matutino.


A ver, os pongo en situación, el día anterior, fuimos a hacer la compra y en el supermercado había un montón de macetitas con bulbos, todos aún sin florecer. Me encanta ir viendo como se abren, crecen e impregnan con su olor el aire de mi casa.


Al caso, que me disperso, compré algunas de aquellas plantitas y las coloque en diferentes sitios de mi casa.

¿ Y cual fue mi sorpresa?; hoy por la mañana, en el momento preciso, después de levantarme accidentalmente de la cama y de empezar a ver turbio, pero que muy turbio mi día, salí de la cocina y encendí la luz del pasillo. Entonces los vi, allí estaban mis narcisos, en la oscuridad de la noche, mientras yo dormía, habían empezado a florecer.



Este pequeñito detalle, torno por completo las expectativas de mi turbio día. Ese pequeño detalle, resto importancia al resto.


Sin darme cuenta, mientras yo dormía, en la oscuridad de mi casa, estaba teniendo lugar la vida.


Entonces ya todo cambio, el día parecía menos gris, apenas llovía y el gato me volvió a caer bien.

 
 
 

Comments


bottom of page